d&b ayuda a unir tradición y tecnología en una boyante iglesia de Londres.
Cuando debajo del enmoquetado del pasillo central de la iglesia St Mary, en Hampton, se descubrió una pieza de latón de 400 años de antigüedad, la reforma de esta iglesia del West London parecía clamar que iba a revelar unas bellezas tradicionales además de tecnologías modernas. Actualmente esta iglesia en crecimiento, de culto tradicional e informal dirigido en esencia por un grupo de música, también da la bienvenida a una floreciente congregación en línea.
«Con ese cambio y el crecimiento de feligreses ha llegado una evolución necesaria del sistema de sonido», explica el pastor Ben Lovell, que llegó a St Mary hace cuatro años. «Heredé un sistema de sonido que era antiestético: unos altavoces negros muy grandes clavados a un monumento histórico recuerdo de la guerra. El sistema sonaba turbio, el volumen cambiaba solo, se oía muy alto a la banda».
El pastor Ben Lovell, que se confiesa entusiasta del mundo del sonido, solía encargarse de la ingeniería de sonido para The Boy’s Brigade, la banda principal que actúa para el culto. «O sea, que me gusta el buen sonido», dice. Cuando las mejoras tanto tiempo esperadas fueron posibles, el buen sonido pasó a formar parte del proyecto. «No queríamos seguir teniendo un sistema amateur ensamblado con piezas varias, sino un sistema que fuera de primera calidad: un sistema profesional. Yo también quería una buena respuesta de graves», bromea, «porque aporta un tono más cálido a la música y a la gente le gusta».
Encontrar un partner de confianza para diseñar e instalar el sistema dio al pastor y a su equipo la confianza que necesitaban. «Entrevistamos a tres empresas y en seguida notamos que en SFL entendían lo que queríamos hacer, sentimos que tenían que encargarse de nuestro proyecto».
«Pudimos garantizar que las características principales de la iglesia no se verían empequeñecidas por el sistema de altavoces», confirma Andy Felix, director de proyectos en SFL, empresa líder en producción e instalación de AV.
«Los altavoces de columna que hemos instalado en el pasillo lateral encajan perfectamente», confirma el pastor Ben Lovell. «El impacto en la estética de la iglesia, sobre todo en comparación con el sistema anterior, es mínimo».
Sin cajas voluminosas ni audio molesto, las distracciones inoportunas ya pertenecen al pasado. Sin embargo, como nos explica el pastor B Lovell, aunque sus beneficios se notan, la tecnología en sí misma es transparente.
Desde el principio, SFL se tomó tiempo para comprender las necesidades de St Mary. Aunque la transmisión en streaming no se tuvo en cuenta cuando la iglesia se embarcó en la reforma, «ahora hemos adoptado todo lo que se puede hacer», comenta el pastor B Lovell. «Lo que SFL ha hecho es darnos herramientas suficientes para que podamos hacer muchas cosas bien. Hemos podido mantener el sonido en directo. Y vemos que, cada vez más, personas nuevas participan en nuestros servicios en línea. La gente puede probar un poco de lo que es nuestra iglesia antes de cruzar el umbral en persona».
Mientras el equipo de St Mary saca partido de las prestaciones de su nueva tecnología, su efecto en el interior del edificio es transformador e intemporal. «Me decían constantemente que no había nada malo con el sistema», comenta el pastor B Lovell.
Aunque la tecnología en sí misma puede ser compleja, SFL ha instalado un sistema que es sencillo y fácil de usar. «Una de las cosas más espectaculares del sistema es que puedo controlarlo desde mi tablet», añade el pastor B Lovell. “Algunas veces podemos tener a 700 personas en la iglesia y en esas ocasiones quizá le pido a alguien que se encargue de la mesa de mezclas por mí. Pero para servicios más pequeños, me basta mi iPad y lo controlo todo desde FoH. Hace poco celebramos un pequeño funeral para alguien que de verdad amaba la música. Pudimos reproducir fácilmente las pistas a un volumen bastante alto, y es fabuloso poder hacerlo sabiendo que va a sonar bien».
Con un sistema de sonido que se ha configurado para servir, con sensibilidad y dinamismo, St Mary mira al futuro y a nuevas maneras de conectar con la comunidad local. «Ahora estamos hablando de intentar ofrecernos como recinto de conciertos y eventos similares», explica el pastor B Lovell, «para convertirnos en un punto de encuentro cultural, pero también, naturalmente, para recaudar algo de dinero. Una de mis visiones para la iglesia es que sea más moderna, pero más tradicional al mismo tiempo y, gracias a un gran trabajo en equipo, definitivamente lo hemos conseguido».