d&b Soundscape va más allá con Beyond The Road en la Galería Saatchi.
Beyond The Road es un laberinto de espacios interconectados e iluminados de forma inquietante, llenos de arte y exposiciones extravagantes, horripilantes o preciosas, y presenta a los visitantes de la Galería Saatchi de Londres un entorno visual y sonoro único que les invita a descubrirlo, experimentarlo y disfrutarlo a su manera y a su propio ritmo. En cada paso de los visitantes estaba d&b Soundscape.
En colaboración con la Galería Saatchi, Beyond Projects presentó la exposición Beyond The Road, que la revista New Musical Express describió como «una galería de arte que no es una galería de arte, una experiencia de audición que es una fiesta para todos los sentidos y un espacio que te saca del mundo real durante todo el tiempo que quieras quedarte ahí dentro. . .».
En palabras de Beyond Projects, era «un mundo multisensorial bajo el mando del sonido». En el campo acústico envolvente y perfectamente integrado se emitía la obra del artista UNKLE The Road: Part I y The Road: Part II / Lost Highway, que constituían el núcleo de toda la experiencia.A medida que los visitantes deambulaban libremente de espacio en espacio, a través de puertas y pasillos, el etéreo acompañamiento musical estaba en todas partes y siempre presente.
Wayne Powell dirigió el proyecto de diseño de sonido por encargo de d&b, y colaboró estrechamente con el equipo creativo. En su trabajo con Punchdrunk, Colin Nightingale y Stephen Dobbie hace años que están en la vanguardia de la creación de experiencias inmersivas.
Desde el inicio del proyecto, la flexibilidad fue la clave. El plan era crear un lienzo en blanco en el que nada pudiera inhibir la creatividad o el flujo de trabajo del equipo. Las decisiones clave sobre diseño y productos se tomaron con antelación, por lo que Powell y su equipo pudieron agilizar el proceso de instalación y tuvieron más tiempo para la creatividad. Ya en las instalaciones, la flexibilidad de la tecnología permitió que muchas decisiones artísticas se mantuvieran abiertas para el equipo creativo. Gracias a la red Dante, el software R1, la red de control y el procesador de señal DS100 Signal Engine, tanto el procesamiento como la tecnología d&b Soundscape podían desplazarse fácilmente a cualquier punto de la exposición.
Aparentemente, ofrecer un campo acústico inmersivo integrado perfectamente en diecisiete espacios separados pero interconectados, es una tarea que plantea muchos retos. No obstante, gracias a la sólida integración de Soundscape en el conocido flujo de trabajo «d&b Workflow», los retos se minimizan. Todo el sistema se diseñó en el software ArrayCalc de d&b, por lo que las posiciones de los altavoces, el procesamiento, el control de los objetos de sonido de DS100 y las conexiones Dante, además del control del amplificador integrado gracias al software R1 de d&b, estaban todos preparados antes de que el equipo llegará al local. Con los amplificadores instalados y los altavoces conectados, se cargó el archivo de R1 y el sistema empezó a funcionar.
Otra ventaja fueron los muchos plug-ins del DS100, que permiten una fácil integración con el software de DAW. El audio y el control se realizaban en una red Ethernet con protocolos Dante, OSC y OCA, y la conmutación y el tráfico de la red se gestionaban mediante puentes de red de audio DS10 de d&b. La red era la base del ‘lienzo en blanco’ necesario para ofrecer la máxima flexibilidad al equipo creativo: aunque el material fuente, el control y el DS100 estaban físicamente en racks, las ideas creativas podían aplicarse en todas partes.
Las salidas de la matriz del DS100 se alimentaban mediante puentes de red de audio DS10 (de Dante a AES3), más amplificadores D20 alimentando una selección de altavoces que incluían E4, E8, E12X-SUB y B6-SUB. En ArrayCalc V10 se prepararon el diseño y la configuración de la disposición de los altavoces, las zonas de ‘early reflection’ y las vistas de posicionamiento del DS100, las conexiones del amplificador y el archivo de presets de Dante. Los diseñadores de sonido utilizaron una combinación de R1V3, QLab y Reaper para conseguir el paisaje sonoro que querían para ese espacio.
El uso de la matriz del DS100 y el software de posicionamiento de objetos revolucionaron el modo en que se pudo maniobrar en torno al espacio.
A lo largo de pasillos oscuros, a través de puertas y en esquinas zigzagueantes, el campo acústico ininterrumpido acompaña al visitante: de espacio en espacio, muchos sistemas de altavoces parecen uno solo. A veces un efecto de sonido se localiza en un punto específico, por ejemplo, en el piano fantasmal de una sala, pero el efecto en conjunto es el de un campo acústico constante, difuso, envolvente.
Desde el principio, el equipo pensó que era importante que los visitantes no tuvieran la sensación de que el trayecto va empezando y parándose y, en esto, fue una gran ventaja contar con ArrayCalc que les ayudó a saber cómo se percibiría cada espacio, lo que también les ofrecía una base sólida para permitir que las ideas y los sonidos fluyeran entre espacios.
Beyond The Road fue un proyecto que supuso una diferencia para d&b, y su éxito atestigua que el flujo de trabajo «d&b Workflow» es lo suficientemente robusto como para ir más allá en cualquier aplicación.