El Porsche Arena, en Stuttgart, instala silenciosamente un nuevo y potente sistema de sonido d&b.
El Porsche Arena, situado en Stuttgart (Alemania), es hasta el mínimo detalle un recinto moderno y polivalente. En aproximadamente 2.000 metros cuadrados, es decir, unas dos veces el tamaño de una piscina olímpica, y con un aforo para 6.500 personas de pie, este concurrido pabellón urbano acoge todo tipo de eventos, desde baloncesto y hockey sobre hielo hasta actos corporativos y conciertos.
El pabellón necesitaba un nuevo sistema de audio y con capacidad para atender ese programa tan variado, por lo que especificó meticulosamente sus objetivos respecto al sonido. En el proyecto se consultó al proveedor local de tecnologías para eventos C2 Fachplaner GmbH. «Se nos encargó la tarea de diseñar una solución de audio adecuada», explica Christian Hanewacker, director general de C2 Fachplaner. «El pliego de condiciones era muy exhaustivo. El sistema nuevo tenía que ser compatible con los riders para reducir costes de producción y lograr que el pabellón sea un recinto atractivo para las giras de conciertos. Las gradas tenían que quedar cubiertas con un sonido nítido y uniforme. Estaría localizado en la zona de actividad de la cancha, ya que los arreglos del sistema anterior estaban situados de una manera que los asistentes en las filas de las gradas inferiores quedaban desconectados. También se especificó una línea de delay que pudiera aplicarse fácilmente para garantizar la cobertura completa de sonido si las producciones en gira decidieran utilizar su propio sistema PA. Y, por último, el Porsche Arena también quería que el fabricante del nuevo sistema de sonido garantizara el suministro a largo plazo de piezas de repuesto, ya que no podía hacerse el mantenimiento del sistema de sonido anterior porque las piezas habían dejado de producirse».
Tras varias demostraciones in situ, d&b fue designado fabricante preferente, ya que les había convencido tanto económica como acústicamente. La longitud relativamente corta de los arreglos de la Serie V fue un factor decisivo para proteger las líneas visuales de un pabellón deportivo que tiene que lidiar con balones volando alto y su propio sistema de iluminación.
El diseño del sistema incluye diez arreglos en línea de tres vías con Vi12 para cubrir las gradas. Dos arreglos de Vi12, colgados en la zona más próxima al público cerca del centro del terreno de juego, aportan el sistema de delay solicitado.
Para ofrecer un sonido de calidad uniforme, así como una distribución del nivel de presión homogénea en todos los asientos de tribuna, los arreglos en línea montados en las vigas que cubren el recinto se controlan con el software ArrayProcessing de d&b. «Como funcionalidad especial, en el Porsche Arena las posiciones del arreglo en los lados largos se pueden accionar conjuntamente gracias al diseño simétrico del sistema», explica Jonas ‘Jones’ Wagner, director de eventos y asistencia técnica en d&b.
«Como en los eventos deportivos el sistema del Porsche Arena se alimenta con una señal mono, podemos amplificar pares de altavoces en arreglos opuestos entre sí con un canal del amplificador en lugar de con dos, como sería la norma cuando se quiere aplicar ArrayProcessing. De este modo, los canales del amplificador necesarios pueden mantenerse al mínimo y se reducen los costes para el pabellón».
En cuanto al funcionamiento, con solo pulsar un botón el sistema se adapta fácilmente a los cambios del contenido variado que suena en el recinto.
Además de proporcionar una experiencia de sonido óptimo al público, el sistema del terreno de juego garantiza que los jugadores pueden oír el ambiente que crea el público y, al mismo tiempo, también pueden oír al árbitro y la información sobre los resultados que se emiten mediante un de los llamados «sistemas de ducha». Doce sistemas de rango completo de dos vías con altavoces 24S, distribuidos por toda el área del terreno de juego, emiten verticalmente hacia abajo y se giran hacia el centro para proporcionar una cobertura perfecta al tiempo que cumplen todos los requisitos de seguridad necesarios.
«La instalación se terminó en un período de tiempo muy breve: ha sido una fase de construcción tranquila, silenciosa, pero con un desenlace que suena muy potente. La cooperación entre Gierss, la empresa de instalación, y d&b ha sido productiva y con elogios para todos, una gran colaboración».