d&b Soundscape realza la creatividad de Muerte de un viajante.
Mientras d&b Soundscape continúa con sus innovadoras aplicaciones en teatro, su aportación a una obra representada en el West End ha supuesto el inicio de una nueva era en la contribución del sonido a la dramaturgia de interpretación en el escenario y a la creatividad teatral.
A finales de 2019, Muerte de un viajante, del Premio Pulitzer Arthur Miller, llegó al West End de Londres como la obra seria y de peso que es. Como The Lehman Trilogy, la obra igual de célebre que la precedió en el Teatro Piccadilly, Muerte de un viajante es una intensa producción en la que el revolucionario d&b Soundscape desempeñó un importante papel creativo.
En referencia a una de las dos directoras de la obra, junto con Miranda Cromwell, Dominic Bilkey, aquí denominado por primera vez «Diseñador de Soundscape», explica: «Fue Marianne Elliot quien se puso en contacto conmigo para que me encargara del sistema tras vivir ella, en persona entre el público, la experiencia de audio en The Lehman Trilogy». Lo que atraía a Marianne Elliot era la capacidad de reforzar la parte vocal sin que ese sonido fuera audible para el público».
Como «Diseñador de Soundscape», Bilkey ha colaborado con Carolyn Downing, diseñadora de sonido de la producción.
Bilkey, que también fue el responsable de la exitosa implementación de Soundscape en varias representaciones de The Lehman Trilogy en el National Theatre, tenía muchas ganas de seguir explorando las posibilidades que ofrece Soundscape. «Cada vez que utilizo Soundscape descubro que ofrece más potencia, flexibilidad y creatividad», comenta. «Los principales cambios que ha habido en el sistema d&b Soundscape entre las dos producciones son la eficiencia del flujo de trabajo y pequeñas mejoras que el equipo de d&b ha aplicado a la velocidad en la programación y las funciones del sistema».
«Los objetivos de esta producción son diferentes a los de The Lehman Trilogy, porque aquí no había que superar la complejidad del cubo de vidrio giratorio, por ejemplo», explica Bilkey. «El público de Muerte de un viajante siempre puede oír la fuente acústica principal del intérprete, y en Lehman no era así».
Arriba, en el anfiteatro, las líneas de delay utilizaban ocho cajas E6 y ocho cajas E5 y, más abajo, había ocho altavoces de columna 16C y otras ocho cajas E5 para las líneas de delay de la platea. El sistema frontal incluía diez Y10P y cinco Y7P en los armazones avanzados, que cubren la platea, la galería del primer piso y el anfiteatro, mientras que doce E4s por toda la parte frontal del escenario (ahí se usaron ocho 16C en The Lehman Trilogy) aportaban frontfill adicional. El anfiteatro superior se cubre con una única línea de delay de altavoces T10 en horizontal y en modo de fuente puntual. Los surrounds constan principalmente de cajas E5: 16 en la platea, 12 en el anfiteatro y 8 en el palco, respaldadas por un par de E8s.
El refuerzo de subgraves se obtenía de dos V-SUB volados y dos B6 SUB en stacks sobre el suelo. En el escenario había dos E8s, seis E6s, tres E4s y un B2 SUB. El sistema se alimentaba con dos procesadores de señal DS100 (en cascada) mediante ocho puentes AES DS10, con la amplificación de veintiséis D20 y dos amplificadores D80. Una vez más, como con The Lehman Trilogy, todo el equipamiento de audio lo suministró Phil Hurley y su equipo de la empresa Stage Sound Services.
«Gracias a lo que aprendimos en The Lehman Trilogy, hemos cambiado cómo controlamos el DS100 en esta producción», añade Bilkey. «Como esta representación era muy diferente, optamos por utilizar QLab para controlar directamente la unidad, lo que nos aportó una mayor flexibilidad en la edición y durante el proceso técnico». También hicimos modificaciones en los altavoces del escenario.
Como explica Bilkey, el nuevo flujo de trabajo ha cambiado los conceptos en torno al sonido, que ha pasado a estar mucho más integrado con los demás elementos creativos: «Ahora ya tenemos un lenguaje que permite una creatividad que es accesible a todo el mundo, de una manera que antes solo disfrutaban aquellos que se dedican a las artes visuales».
La tecnología d&b Soundscape está cambiando el papel y la percepción que desempeña el diseño de sonido en teatro de un modo inimaginable hace poco. Es una disciplina que muy a menudo se ve como algo estrictamente técnico, pero el diseño de sonido en teatro ahora puede reivindicar su lugar como arte creativo sofisticado e indiscutible, capaz de influir en la respuesta del público a la acción, igual que la dirección, la iluminación o los decorados.