d&b Soundscape de gira con Björk.
Preparación de la escena
Para su gira Cornucopia, Björk, la actriz e icono de la música islandesa, eligió un sistema de sonido con d&b Soundscape. Tras concluir las actuaciones de su gira en Estados Unidos y México, con públicos de 1200 y 5000 personas respectivamente, Björk hizo una parada en el O2 Arena de Londres, donde Southby, partner de d&b, instaló una de las configuraciones de Soundscape más grande hasta la fecha para un público de 20 000 personas.
La relación entre Björk y d&b surgió hace unos 20 años cuando la artista islandesa decidió utilizar los entonces nuevos altavoces C4 para un concierto en el Reino Unido. Dos décadas después, Björk experimentó con Soundscape en la preparación para su siguiente gira: empezó en un pequeño estudio situado en el faro de una remota isla nórdica, y continuó utilizando una configuración más grande en locales de ensayo de mayor tamaño. La primera actuación de la gira tuvo lugar en The Shed, un centro de arte en Nueva York. Ese concierto reveló la intensidad de la configuración de Soundscape de 360 grados que se utilizó y que regaló al público un nuevo mundo de sonido. La prensa de Nueva York, famosa por ser muy crítica, informó del concierto como «una de las exhibiciones más increíbles de iluminación y sonidos que hayamos tenido el placer de disfrutar en un escenario de la ciudad».
El concierto de Londres
Para el espectáculo en el O2 Arena, el apretado programa de la sala supuso que los camiones y el equipo técnico solo podían entrar a las 5.00 de la madrugada del mismo día del concierto. Para suministrar un sistema que estuviera instalado hacia las 16.00, hora límite, se decidió distribuir el sistema sin el sonido surround, con la idea de centrarse en ofrecer un campo acústico coherente en toda la anchura del escenario. La configuración de 180 grados de d&b Soundscape encajaba perfectamente en los requisitos.
Cuando el espectáculo empieza, la sala se queda a oscuras y un coro tradicional islandés de 18 chicos y chicas entra en el escenario. John Gale, ingeniero de FoH, decidió equipar a cada miembro del coro con auriculares de diadema con micrófono. Si la disposición del sistema de sonido hubiera sido izquierda/derecha, este detalle podría haber generado cierta sibilancia que habría afectado a la homogeneidad general del coro, pero ese no fue nuestro caso. Con Soundscape, la sibilancia tiene la capacidad de situar claramente la ubicación de cada cantante. El coro se distribuye en el plano horizontal con una coherencia de gran belleza entre imagen y sonido.
Después, Björk y los músicos salen al escenario. Desde los primeros momentos, se puso de manifiesto todo lo que permite Soundscape. El sonido está bien pautado, es generoso y amplio. En su trabajo de mezclas, John Gale utiliza los efectos con criterio y medida, y en eso todo el mérito es suyo. El trabajo de Gale favorece la energía y el timbre de los instrumentos y la voz de Björk, una artista que sigue siendo tan inspiradora como siempre.
Al desplazarte alrededor de la sala es cuando aprecias de verdad el impacto de Soundscape. Estés donde estés, el sonido y las escenas visuales permanecen correlacionados. No más mezclas para el público situado a la derecha que oye por la derecha, y viceversa para los de la izquierda. Hay una naturalidad real en el campo acústico, como si el cantante y cada músico estuvieran presentes en esa velada para cada una de las personas del público, en un intercambio personal, privilegiado, exclusivo.
Entre bastidores
El O2 Arena puede acoger a un público de hasta 20 000 personas hasta una distancia de 100 metros, y las dimensiones del escenario, con una anchura de 38 metros, son inmensas. Teniendo todo esto en cuenta, el equipo de sonido instaló cinco clústeres frontales de 12 KSLs, dos clústeres de apoyo de 14 Vs y dos clústeres outfill de 16 Vs, completados con 12 Y10Ps y cuatro V7Ps como frontfills. Se añadieron cuatro stacks de seis V8 como altavoces de delay. Se colgaron ocho SL-SUBs y sobre el suelo se situó un arreglo de 20 SUBs. La amplificación constó de 68 amplificadores D80 y D20, y se utilizaron dos DS100s y siete DS10s como procesadores.
Cómo funciona Soundscape
Con una matriz de mezclas de 64 x 64 y una plataforma de procesamiento de señal, el DS100 es el corazón del sistema. Su procesador asegura la gestión de entradas y salidas en función de las necesidades de la producción.
Los módulos opcionales En-Scene y En-Space se pueden añadir a DS100. El módulo En-Scene permite la espacialización individual de objetos de sonido, en este caso los canales de audio del escenario. Para empezar, la sala debe simularse en ArrayCalc utilizando el modo ’Advanced Features’ (funciones avanzadas), que permite acceder a las opciones ‘Soundscape’ y ‘Audio Networking’ (Conexión de red de audio). Cada parte del sistema de sonido se agrupa en categorías que definen una función, p. ej., ‘SUB Mono’, ‘Front Fill’, ‘Delay Line’, etc. Son los ‘Function Groups’ (Grupos de funciones), que dividen la zona del público en partes separadas, y a cada una le corresponde con una red coherente de altavoces, amplificados individualmente por un canal de DS100.
En-Space es otro módulo adicional y es responsable de generar una acústica virtual en la sala. El módulo puede reproducir las firmas de reverberación reales de algunas de las salas de conciertos más prestigiosas de Europa para crear un sonido de sala de conciertos en cualquier lugar, incluso al aire libre.
Comparación entre Soundscape y estéreo
Actualmente, la opción más habitual de refuerzo de sonido es instalar dos clústeres principales de altavoces a cada lado del escenario. Es una opción que presenta muchas virtudes, incluido el hecho de que no tapa el escenario, la amplitud del área de cobertura y la posibilidad de utilizar stacks largos que ofrecen potencia y largo alcance gracias al efecto de fuente lineal.
Esta solución se suele denominar ‘estéreo’ o ‘izquierda/derecha’. El estéreo solo funcionará para una parte muy pequeña del público del recinto. Serán las personas del público que estén a igual distancia de los dos sistemas de altavoces, en el llamado ‘callejón de graves’ o punto dulce acústico. Las personas del público a un lado de esa zona percibirán que el sonido procede del altavoz en el lado en el que están situados.
Con Soundscape, d&b ofrece la oportunidad de olvidar la mezcla tradicional pensada para dos canales. El principio es intentar amplificar el campo acústico generado por cada fuente. Un fuente puntual, tanto si es la voz de Björk como el sonido de un instrumento o una fuente electrónica, emite una onda sonora que se diseminará con una forma esférica.
Los altavoces de Soundscape se sitúan delante del escenario, entre la fuente de sonido y el público, y el procesador DS100 proporciona a cada stack la señal de la fuente ponderada con las diferencias en nivel de presión, tiempo y timbre, lo que permite que se produzca el campo acústico natural que sería el de la fuente que se va a reproducir, pero con más presión. De este modo y por el principio del primer frente de onda percibido, cada oyente, esté donde esté en el área de cobertura de Soundscape, oirá la fuente como procedente del lugar en el que la ve en el escenario. Cuando se utilizan varias fuentes en el escenario, el procesador gestiona cada fuente de manera independiente, de modo que el sistema genera el campo acústico correspondiente. Esto se llama ‘mezcla basada en objetos’.
A continuación, todas las señales se articulan en el procesador DS100 para proporcionar un campo acústico coherente. Al final, cada oyente percibe con exactitud que cada fuente procede desde donde está situada realmente, en dirección y profundidad. Las experiencias de las personas del público son una relación congruente entre el sonido percibido y lo que pasa en el escenario.