d&b Soundscape de gira con el musical The Last Ship de Sting.
The Last Ship hizo su reestreno en el teatro Northern Stage de Newcastle (Reino Unido) en marzo de 2018. Este musical, escrito por Sting y Lorne Campbell, es un drama con varias buenas canciones ligadas a dos intensas tramas que, a su vez, están interconectadas.
Para la producción como tal, el diseñador de sonido Sebastian Frost utilizó d&b Soundscape, una exclusiva tecnología de procesamiento de señal, con dos módulos opcionales de software: En-Scene, una herramienta de posicionamiento de objetos de sonido, y En-Space, que permite que los diseñadores añadan emulación de recintos con «firmas» de reverberación concretas en un espacio dado, real o imaginado. Frost aprovechó todo lo que ofrece esta tecnología para aplicar su visión personal de cómo debe percibir y disfrutar el musical todo el público.
Frost se inspiró por primera vez con Soundscape en una demostración en el Hall 14 de la sede central de d&b en Backnang (Alemania). Frost comenta: “Lo que pude escuchar en esa demostración fue mucho más que una simple panorámica o delay del sonido: no era solamente situar objetos de sonido en lugares específicos. Es un concepto más científico… Se trata de crear un campo acústico en el que las posibilidades creativas aparecen sin restricciones”.
d&b conoce las exigencias específicas del teatro musical y organizó una demostración en ese contexto. “El Everyman Theatre de Cheltenham es el típico teatro con distintos niveles. Lo que era evidente de inmediato es que a medida que avanzaba dentro del teatro había el mismo efecto que escuché en Backnang: ese efecto es que el campo acústico se genera para todo el público. En ese sentido, la percepción de la audición es transformacional”.
Más allá de su propio deseo de "abrir el campo acústico" a todo el público, The Last Ship le ofreció a Frost una segunda e intensa justificación para implementar Soundscape. “Cuando me senté con la empresa 59 Productions, diseñadores de The Last Ship, y el director Lorne Campbell había un aspecto del escenario Northern Stage que afectaba a todo lo demás. El escenario es ancho y relativamente no es muy alto. Ellos querían una línea limpia hasta el escenario de modo que pudieran utilizar la altura y la anchura completas para la proyección escénica a gran escala de vídeo. Normalmente, en este recinto podrían haber utilizado un sistema de arreglo en línea de algún tipo, pero no era una opción realista con la proyección de vídeo que se había previsto”.
Además de la instalación de muchos altavoces en todo el auditorio, los parámetros técnicos de Soundscape exigen un arreglo horizontal de fuentes de sonido discretas por toda la parte superior del escenario. Aunque esas fuentes pueden ser arreglos en línea, también es posible utilizar altavoces de fuente puntual, en los que Frost vio una ventaja. Chris Durant, Director de Producción de Northern Stage, comentó en aquel momento: “Aquí tenemos seis V10P de d&b por todo el proscenio, cada uno colocado horizontalmente con la trompeta girada para presentar una dispersión de 110 grados de ancho. Más abajo, en la sala, hay seis Y10P en la línea de delay, y también hay doce frontfills. Todos los Y-SUBs están ocultos en una pasarela por encima de la zona de público. Normalmente, aquí tendríamos que pelearnos con las posiciones de los altavoces en relación con las posiciones de la iluminación y de los campos visuales y, en este caso, además tenemos que tener en cuenta la proyección escénica de vídeo, lo que lo hace todo más difícil. Pero ha sido lo contrario: nada molesta ni obstaculiza. Lo único es que los frontfills de E6 están en el escenario, pero eso es todo”.
Con la asistencia directa de d&b, el proveedor de audio contratado, Stage Sound Services, tomó el concepto de diseño de Frost, realizó la evaluación del auditorio con ArrayCalc e instaló el sistema con Owen Lewis, Ingeniero de Producción de Frost, asistido por el equipo de Durant del propio teatro. “El sistema se instaló de manera rápida y fácil y sonó muy bien desde el mismo momento en el que lo encendimos”, explica Frost. “Como sonó tan bien desde el encendido, estábamos en la situación perfecta para poder experimentar y jugar de inmediato con los elementos creativos. Tener la libertad de situar a la banda donde quieres que esté ha sido una gran ventaja: aquí los músicos estaban físicamente situados a la izquierda fuera del escenario, pero durante la mayor parte del espectáculo tuve a la mayoría de los instrumentos situados por el escenario como un todo”.
“Esta idea de estar dentro de un campo acústico presenta una experiencia de audición diferente para el público. Normalmente, si te sientas en las filas de delante cerca de los frontfills lo que oyes es una simple fuente mono… Con este sistema, no. En relación con el lugar en el que estés sentado, cada altavoz ofrece algo sutilmente diferente, pero como oyente eres totalmente inconsciente: giras la cabeza a un lado o al otro y los altavoces son totalmente indiscernibles”.
Más allá del uso magistral que Frost ha hecho de En-Scene para ofrecer una auténtica experiencia de audición orientada a la fuente, Frost también utilizó la función En-Space para obtener unos efectos excelentes, que eran más evidentes en una escena intimista entre dos actores situada en una capilla de piedra medieval proyectada en vídeo. Generar esa reverberación distintiva, y como toque añadido, hacer que parezca que emana directamente de ese espacio en el escenario, como si nosotros, el público, estuviéramos sentados a cierta distancia de los protagonistas en el extremo opuesto de la nave de la capilla.
“El público no necesariamente sabe qué ha pasado, pero todo el mundo salía del teatro diciendo que las voces eran fantásticas. Para ser sincero, después de ver la manera en que ha funcionado con este espectáculo, creo poder decir que han cambiado las posibilidades del diseño del sonido en todo el género musical”.