La Ópera de Sydney pone en escena a la sala de conciertos
En d&b audiotechnik a menudo colaboramos en la asistencia y el diseño de sistemas de sonido para muchas salas de conciertos, pero no es frecuente que la sala sea una de las famosas del mundo. La Opera House de Sydney tiene categoría de celebridad y, si lleváramos una fotografía de su hermoso edificio al otro lado del mundo y se la enseñáramos a un esquimal del norte de Canadá, probablemente lo reconocería. En este proyecto, pues, el respeto era esencial, pero sin abandonar el planteamiento racional y empírico que caracteriza la metodología de d&b. Asimismo, el camino hasta el final iba a ser largo, por lo que podemos añadir "tenaz" a la lista de atributos de d&b. Para el director técnico de la Ópera, David Claringbold, este proyecto ha sido un sueño durante años. "Ya trabajé aquí en 1990 y, aunque era muy joven, lo que vi me horrorizó, incluso a pesar de que todavía no sabía qué se podía hacer al respecto". La automotivación queda clara, de modo que el nombramiento final de Claringbold al cargo de director técnico en 2006 era casi inevitable. "Siempre he pensado que o eres parte del problema o eres parte de la solución. Estaba impaciente por ponerme manos a la obra, tenía que hacer algo". Sin el convencimiento de Claringbold no se hubiera llegado a una solución, porque se necesita a una persona con ideas claras para conseguir las cosas. El concepto original era un clúster central mono y se iba a cambiar a un sistema estéreo, una transición que duró cinco años con muchos altibajos en ese tiempo. Pero la historia de este viaje concreto de d&b es muy significativa, como explica Ralf Zuleeg, jefe del departamento de Formación y Soporte a los usuarios de d&b. "Lo primero que había que hacer era averiguar qué haría que este proyecto tuviera éxito, así que empecé hablando con la mayoría de las personas que iban a trabajar en la sala para descubrir qué necesitaban". Zuleeg, con la ayuda de Shane Bailey, del distribuidor australiano de d&b National Audio Systems (NAS), organizó una reunión con David Claringbold en la sala. "David me confirmó que seríamos uno de los fabricantes presentes en el proceso y me proporcionó un gráfico preciso tipo EASE de la sala. Gracias a esto, pude utilizar mi propio EASE para hacer simulaciones sobre qué sería lo mejor para ese espacio". Zuleeg diseñó un sistema mono de clúster central, como se solicitó inicialmente, y que superó la prueba. El progreso del proyecto se estancó casi dos años cuando Claringbold tuvo que irse a trabajar a Europa. "Cuando David volvió para ser el Director técnico, el proyecto recuperó su impulso inmediatamente". Shane Bailey también fue testigo de ese cambio y de qué lo provocó. "Siempre fue David Claringbold el que lo impulsó todo, fue él quien tuvo la idea y eso hay que reconocerlo". Fue en ese momento cuando se contempló la solución estéreo alternativa. Se instaló un sistema de prueba, por cuenta de NAS, y Bailey organizó a tres colaboradores de sistemas de alquiler de d&b, principalmente IJS, con la asistencia añadida de Cairellie y LSV Productions de Sydney, que suministraron un sistema completo de demostración. "Dispusimos un rigging de Serie J a izquierda y derecha", explica Bailey. "Además, subwoofers J, front-fills de E3 y las Q para los riggings laterales en la primera posición y encima de las gradas superiores para los delays". Las Q resultaron no ser la solución ideal para posiciones laterales. Los campos visuales excluyen que formen parte óptimamente de un rigging, punto que confirma Bruce Jackson, el legendario diseñador de sonido australiano al que Claringbold invitó a formar parte del proyecto. Afortunadamente, Zuleeg sabía que la gama de altavoces de la Serie T de d&b estaba a punto de presentarse y la dispersión horizontal de 105° de la T10 proporcionaba la solución perfecta en la posición de rigging en la cercanía deseada. Bailey recibió el pedido oficial a finales de enero de 2009; la instalación, que llevó a cabo la empresa HME bajo la dirección de los integradores de sistemas Rutledge, se terminó a principios de octubre y la puesta en servicio se realizó mientras el sistema T se colgaba en las gradas del coro. En la puesta en servicio, Claringbold afirmó: "La Orquesta Sinfónica de Sydney tocó una semana antes de que Ralf Zuleeg se incorporara al trabajo. Mientras la orquesta afinaba, se realizó el anuncio al público previo al concierto mediante el sistema J. ¡No tuvieron que dejar de afinar! En todo el tiempo que he estado aquí, siempre dejaban de afinar durante el anuncio por la cantidad de energía acústica acumulada en la parte posterior del escenario. Ahí supe que habíamos tenido éxito". Bruce Jackson estaba igual de entusiasmado: "Durante las comprobaciones, la asistencia que nos ofrecieron Ralf y d&b fue excelente. Ralf nos entendió de verdad y realizó los cambios adecuados que nos proporcionaron lo que deseábamos. Básicamente, llegó y lo dispuso todo como lo había diseñado. La cobertura era buena y se cambiaron muy pocas cosas. Teniendo en cuenta todos los requisitos contrapuestos, eso es todo un logro".