Festival WOMAD: una experiencia de audio inmersivo.
En el Festival WOMAD (sigla de World of Music, Arts & Dance) del Reino Unido, d&b colaboró en la organización del escenario específico para d&b Soundscape, de novecientos metros cuadrados, con marquesina y zona de público en el que trabajó con el ecléctico programa de artistas de músicas del mundo, desde bandas y cantautores a DJ y grabadores de campo, para demostrar la versatilidad y el detalle que ofrece d&b Soundscape.
El WOMAD nunca se ha mantenido al margen de la tecnología. El motivo es que este festival nació de una idea del gran músico Peter Gabriel, el mago Dumbledore del rock progresivo de alta tecnología y del pop rock de éxito. El festival fue creciendo a partir de los retiros para grabar del artista en la región del Sudoeste de Inglaterra, y para cuando creó su famoso sello y estudio Real World Studios a finales de la década de 1980, WOMAD ya se había establecido como discográfica, organización y festival, toda una catedral musical de ámbito internacional.
Para garantizar que no hubiera problemas en el debut de Soundscape en WOMAD, se requirieron los servicios de ingeniería de sonido de Ben Findlay. Era la primera vez que Findlay utilizaba Soundscape, un paradigma de mezcla de sonido en directo totalmente nuevo.
Findlay explica: “Quedó claro de inmediato que Soundscape tiene la capacidad de situar a cada músico de la mezcla exactamente allí donde lo ves en el escenario. Pero lo más impactante es que esa localización funciona para todas las personas del público, estén donde estén. Normalmente tienes que estar de pie o sentado en el centro exacto para tener la misma cobertura desde ambos lados y tener la sensación de que el sonido procede del centro. Si das un paso a un lado, incluso un solo metro, todo empieza a oírse en la dirección de ese lado.
“Con Soundscape, si diriges hacia la parte frontal la panorámica del centro del arreglo de altavoces, en este caso siete V7P de fuente puntual, sigues teniendo la sensación de que te llega desde una localización central, incluso aunque estés lejos del escenario, a la derecha o a la izquierda. Es un poco como la Mona Lisa del audio, porque su "mirada" te sigue por todo el recinto”.
Todo esto describe las ventajas del procesamiento y la mezcla de la señal basados en objetos en 180° de Soundscape, pero en el WOMAD se planteó también la oportunidad de aprovechar sus dimensiones en 360° y el potencial de crear lo que cada vez más se describe como una experiencia de audición inmersiva para el público. Para conseguirlo, se instaló un anillo de veintidós Y10 por los límites de la marquesina.
Flujo de trabajo
Findlay describe el flujo de trabajo: “Cada canal de audio que llega a la mesa va discretamente al procesador de señal de d&b DS100 Signal Engine, que aloja una matriz de señales de 64 x 64 en la que el canal se convierte en un objeto de sonido, en nuestro caso, los cuarenta y ocho canales de entrada desde la caja del escenario se convirtieron en cuarenta y ocho objetos, y después se puede utilizar la interfaz para situar cada uno de esos objetos allí donde queramos en el campo acústico”, continúa. “Fue divertido y fascinante poder sacar los objetos fuera del escenario y hacerlos volar en torno al recinto, pero en este contexto el efecto más satisfactorio artísticamente era seleccionar algunas fuentes de sonido más etéreas, añadirles reverberación y enviar el resultado al espacio de 360° y, al mismo tiempo, evitar que el sonido desbordara fuera del escenario. Se obtiene mucha claridad en la parte frontal y, al mismo tiempo, se establece un ambiente realmente envolvente”
Resultados
A Findlay también le pareció que era rápido e intuitivo: solo hay que observar la salida del grupo al escenario en cada actuación y hacer ajustes en Soundscape para conectar la mezcla con la percepción visual inmediata de los músicos in situ, una función especialmente útil en un festival como este en el que el caleidoscopio de impresiones audiovisuales es una parte muy importante y atractiva de la experiencia. “También puedes agrupar enseguida los canales/objetos, lo que te permite desplazar en torno al escenario un grupo completo, como una batería, en función del sitio en el que esté situado. Cuando terminó el fin de semana me sentía muy cómodo con este planteamiento”.
El público del WOMAD es muy perceptivo, de modo que cada tarde Bill Brooks y John Taylor de d&b ofrecieron una presentación atractiva y detallada sobre el concepto Soundscape en una pausa entre las actuaciones. Pero no hace falta ser Leonardo da Vinci para apreciar este renacimiento del sonido… “No te esperas que la gente se fije en los tecnicismos”, recuerda Findlay, “pero tuvimos muchas reacciones y todas muy positivas. Y para mí fue una oportunidad muy satisfactoria de ser muy preciso al situarlo todo en la mezcla. Sonaba de verdad, de verdad muy bien”.