Ocho horas de ensueño con Soundscape en el Grand Park de Los Ángeles.
Puede decirse que los ciudadanos de California son los que están más familiarizados del mundo con el concepto de un concierto bajo las estrellas que dura toda la noche. Y aunque las legendarias divagaciones de las jam sessions nocturnas de Grateful Dead pueden haber inducido al sueño a más de uno, ahí acaba cualquier comparación con la reciente interpretación de la obra Sleep de Max Richter en el Grand Park de Los Ángeles.
“A partir de las instrucciones que me había dado Max Richter y de las grabaciones originales con sus característicos drones, pulsos subarmónicos y un piano silenciado pero aun así muy reverberante, además de sonidos de voces y cuerdas, siempre concebí un tipo de entorno Soundscape para esta obra”, explica el diseñador de sonido y mezclador Chris Ekers. “Max quería que las personas se sintieran sumergidas en sonido al tiempo que se sumergían en el sueño. La naturaleza experiencial de lo que se puede conseguir con d&b Soundscape está totalmente en sintonía con la intención de la obra Sleep”.
Lo que más influyó en la decisión de Ekers para utilizar d&b Soundscape se basaba en su experiencia con el compositor en otras ocasiones. Desde hace casi quince años, Eckers se encarga del sonido en directo para Richter y sabe mejor que la mayoría cómo interpretar las directrices de este prolífico compositor de música clásica contemporánea. “[Max] siempre ha utilizado ruidos del ambiente como parte de sus composiciones, lo que a su vez ha supuesto que siempre se ha necesitado algún tipo de sistema surround para las actuaciones en directo”.
Aunque d&b Soundscape, un completo conjunto de herramientas para diseñadores de audio, está empezando a ser muy conocido, la decisión de Ekers de utilizarlo en Los Ángeles no fue inmediata. “Hemos hecho actuaciones de Sleep antes, pero nunca al aire libre… Ya estoy acostumbrado a diseñar sistemas para sus conciertos y para el ballet y eso me ha dado mucha experiencia para prever lo que necesitaría en Grand Park, pero conseguirlo exigía realizar una planificación avanzada. Para empezar, se trataba de un espacio público en el centro de la ciudad de Los Ángeles donde, durante dos noches, interactuaríamos con cientos de personas mientras yacían en las camas proporcionadas”.
Las dos actuaciones de ocho horas en noches consecutivas presentan a Richter al piano, una sección de cuerda de cinco instrumentos (el American Contemporary Music Ensemble) y la soprano Grace Davidson, más dieciocho stems multicanal de sonido pregrabado que Richter ha desarrollado a partir de la grabación original.
El escenario permanente en Grand Park es una losa de hormigón de unos treinta y seis pies de ancho con un soporte tipo armazón elevado para el sonido y las luces. El público se sitúa en tres áreas distintas, que se extienden en un área equivalente a dos manzanas de calles urbanas. “Montamos siete riggings de cuatro altavoces d&b Y8 a lo largo de la línea del escenario y, a causa de la asimetría de la zona de público, un rigging estaba situado más allá del lado derecho del escenario, tres más allá del lado izquierdo y tres riggings más colgados del armazón del escenario. Por lo tanto, teníamos siete clústeres en total con 5,49 m (18 ft) entre cada clúster. Para el sistema surround seguimos los correspondientes límites fuera de las zonas de público con riggings de T10 de d&b montados individualmente, más una línea de delays.
“En cada zona teníamos altavoces orientados hacia los lados y hacia atrás. La asimetría en la zona del público no nos preocupó mucho porque la abordamos mediante Soundscape para compensarla, aunque tener tres zonas separadas era un reto. Pero como teníamos a los colegas de d&b con nosotros durante la instalación, pudieron ayudarnos con eso. Básicamente, yo quería que en cada zona se viviera la misma experiencia. De modo que, en lugar de tener un gran auditorio virtual, yo quería tener tres.
“Como el paso del tiempo iba a ser uno de los temas en el concierto, estaba decidido a preparar un plan conjunto tan exacto como fuera posible. Mientras estuve allí en enero, lo medí todo in situ para maximizar esa precisión y para compararlo con los planos CAD que tenía.
“Por suerte, las mediciones de ArrayCalc eran bastante precisas y modificar algún altavoz aquí y allí para la situación real fue bastante sencillo. En ningún punto encontré que la alineación temporal fuera incorrecta. Excepto desde los frontfills y los subwoofers hasta los riggings principales, las únicas mediciones temporales que hicimos fueron para vincular las dos zonas con delay. Cuando ya teníamos esas diferencias, Soundscape gestionó muy bien los tiempos correspondientes de cada fuente, con lo que el proceso tardó menos de lo que había pensado.
“Ahora, al utilizar En-Scene podíamos situar el pequeño conjunto por todo nuestro enorme sistema de altavoces pero conservando la colocación física con extraordinaria fidelidad… Nunca había oído sonar a una sección de cinco cuerdas así antes y, además, era realmente impresionante la posibilidad de contar con una orquesta completa ante mí con ese nivel de precisión de la directividad en todo ese espacio tan grande. A continuación, al añadir En-Space a cada entrada (situando así la sección de cuerda a través de la reverberación convolutiva en Soundscape, para lo que utilizamos la opción "modern large") cobró vida un entorno al aire libre que de otro modo hubiera sido muy árido: todo el conjunto me hizo sentir un cosquilleo y mis ojos ya no podían determinar qué estábamos oyendo”.
¿Es d&b Soundscape la solución que Richter siempre había deseado? “Naturalmente el entorno es inseparable de su arte en la interpretación en directo, pero la importancia de Soundscape es más sutil. Si disponemos de dispositivos todos queremos siempre utilizarlos, y está claro que todo esto influye en mayor o menor grado en la composición.
“Planteémoslo de este modo: cuando Richter compone la banda sonora de una película, se mezcla en un estudio en un bonito audio 5.1 y todo se oye muy bien. Pero a continuación se mezcla en estéreo y se pierde algo importante. Pero Richter ya sabe todo esto y lo acepta y, a su vez, eso le estimula para buscar en las actuaciones en directo volver a imponer lo que él concibió originalmente. Y eso es lo que ha hecho aquí en Los Ángeles. Richter quiere que todo sea como un formato de "pantalla panorámica".
“El problema más importante en una actuación al aire libre es la ausencia de edificios, no existe la primera reflexión, algo que puede aprovecharse en una sala de conciertos. Con Soundscape contamos con el grupo de herramientas definitivo para la primera reflexión y, además, funcionan increíblemente bien y las usamos conjuntamente con las reverberaciones y efectos habituales. En cierto sentido, lo que hace Soundscape es incoherente, pero se controla fácilmente y la fidelidad que produce es increíble”.