Una empresa cordial.

Un dúo diligente se convierte en comunidad global

Era el año 1981 y un normalísimo 18 de abril. Pero en Korb, un pequeño pueblo cerca de Stuttgart, en Alemania, estaba produciéndose un momento histórico. Porque lo que estaba pasando es que dos jóvenes inquietos, Jürgen Daubert, con "d", y Rolf Belz, con "b", cerraron bien su garaje, que desde hacía un tiempo utilizaban para un objetivo totalmente diferente al previsto, y salieron para dirigirse hacia la cercana ciudad de Waiblingen. Una vez allí, entraron con decisión en las oficinas municipales donde registraron su "comercio", al que con acierto llamaron d & b Audiotechnik. No deja de ser curioso que no mucho después, la joven marca, con su gusto por la coherencia, perdió los espacios entre la d y la b y pasó a escribir todo su nombre en minúsculas.

Sin embargo, lo que no ha trascendido de ese propicio día de abril es si esos dos emprendedores novatos volvieron con impaciencia a su garaje o si se fueron a tomar algo para celebrarlo. No importa: como suele decirse, la historia no es historia sin un poco de misterio.

Antes de que terminara la década de los años 1980, la sede central de d&b se estableció en un antigua hilatura en la cercana ciudad de Backnang. Actualmente, acoge a más de quinientos empleados cuya determinación, conocimientos técnicos y buen humor dan vida a la calidad de d&b. Mientras los productos se diseñan, se hacen a mano y se envían a todo el mundo desde aquí, nuestros partners en casi un centenar de países, se aseguran de aportar siempre un toque humano a la atención al cliente y la asistencia técnica.

Dos convicciones, una misión sencilla

Desde aquellos primeros días del garaje, el mundo ha visto algunos de los mayores cambios tecnológicos y sociales. Pero, para d&b, dos ideas han resistido la prueba del tiempo, apoyando y uniendo a toda una generación de aficionados al audio para los que el sonido es mucho más que el volumen: es algo que se comparte, se desea y se vive. Igual que otras artes. 

La primera convicción es la creencia de que todo el mundo debe experimentar la misma calidad impecable de sonido, independientemente de dónde se sitúe en la zona del público. Esa preocupación surgida de una mentalidad equitativa se integra en la misión de la empresa:

Lo que empezó con la integración del amplificador y el altavoz, ahora se manifiesta como un activo fundamental de la empresa, desde la manera en que funcionan las redes comerciales hasta la manera en que las nuevas tecnologías encajan en las prácticas existentes. Este modo de trabajar integral, que enfatiza la importancia del todo y la interdependencia de sus partes, tiene un nombre: "d&b System reality", la realidad del sistema d&b.

Transmisión de conocimientos y experiencia

Más allá de los componentes técnicos, la "Realidad del sistema" se manifiesta en forma de estructura de servicio técnico y atención al cliente en órbita en torno a cada solución de d&b. Esta práctica configuración, ofrecida por profesionales expertos, a veces incluso extravagantes, incluye formación teórica y práctica (célebre por sus momentos de descubrimiento y clarividencia), servicio técnico, asistencia a las aplicaciones, información técnica, soluciones personalizadas y financiación, además de una experta red de ventas y distribución. Todo se ha pensado mucho y con todo detalle por un equipo específico, para llevar a cabo su visión: